jueves, 27 de agosto de 2009

Embanda anduvo de pique por Rosario



Fue así: estábamos tan en banda pero tan en banda, que agarré y le dije a G.: "¿ché, qué onda si nos vamos a Rosario a pasar el week end?". "Pará - me contestó - que yo no sé qué presupuesto manejás vos". La verdad es que me dejó de una pieza, porque una persona que toma del pingüino connmigo no puede imaginar que si me voy a Rosario tengo pensado parar en el Hight. "Quedate tranquila - argüí -, como mucho $30 la noche por persona, qué te parece?" "Ah, perfecto", dijo G. Al otro día nos fuimos a Retiro y de ahí salimos a la mañana temprano. Cuando llegué G. estaba leyendo una guía turística sobre Rosario y sabía todo de la ciudad, la conocía como la palma de su mano. Se debe haber levantado a las 5 de la mañana para empezar a leer. Bueno, la cuestión es que no hubo pique en todo el finde, pero la pasamos bomba. Comimos en el río, caminamos de una punta a la otra, nos compramos 2 pulseras de cuero con tachas (una para cada una) y sacamos fotos. El resultado del safari fotográfico está a la vista (arriba). La primera (la de más arriba) es de una pintura rupestre que dice "Soy espezial", y es como que lo dice una especie de robot o aparato con el cual nos identificamos, parece. La segunda es una de nosotras dos (no voy adecir cuál) al lado de la pirámide de la diversidad. Y la tercera (la de abajo) es para que nos crean que realmente estuvimos en Rosario. Iba a poner la del monumento a la bandera, pero me pareció muy fálico.